No es que se hayan acabado los noventa minutos, es que estamos en el último minuto de la prórroga y con posesión de balón, la última del partido. De aquí se ha ido todo el mundo y nos hemos quedado solos. Los últimos en hacer cumbre lo hicieron los días 25 y 26, que fueron bastante buenos. Así que ayer marcharon todas las expediciones y mañana lo harán el resto y quedaremos sólo nosotros. Parece que hayamos vuelto a los años ochenta, cuando sólo había una sola expedición por temporada. Aquí quedamos cuatro alpinistas y dos sherpas para intentar la cumbre los próximos días: los dos ecuatorianos con los que compartimos permiso, su sherpa, Nacho, nuestro sherpa Retemba y yo. De los dos ecuatorianos, Rafa sube en estilo clásico y con oxígeno y acompañado de su sherpa, y el otro,Patricio, lo intentará en menos de 24h y sin oxígeno. La idea es que coincidan llegando a la cima el día 29 de mayo. Nacho y yo lo intentaremos para el día 30 de mayo. Hubiéramos querido coincidir el mismo 29 con los ecuatorianos, pero hemos querido darnos un día más de descanso, ya que del último intento bajamos muy cansados. De todos modos, este día extra de descanso nos costará ir directamente al Campo 2 (7.700 m) desde el CB Avanzado. Es decir que nuestra previsión es hacer día 28 CB Avanzado hasta C2 (7.700 m), día 29 C2 hasta C3 (8.300 m) y el 30 cumbre.
Todo esto es la parte fácil, la de los datos. La de las valoraciones es otro tema. No podemos negar que Nacho y yo estamos bastante cansados. Mental y físicamente. Llevamos 40 días de CB, treinta de los cuales por encima de los 6.400 m de altura. Además somos los últimos en irnos y en intentar la cumbre. Esto también pesa: saber que casi todos han hecho cumbre, con oxígeno, y que los que lo han intentado sin, ninguno lo ha conseguido – al final Andrew Lock se retiró a unos 8500 m-. Es algo injusto, que todos los que hemos adelantado tantas veces ya han vuelto a casa con la cima “oxigenado”, y los que hemos venido con las manos limpias, tenemos todavía los deberes por hacer. Pero ha sido nuestra elección. Hasta ahora no hemos tenido suerte, y ahora nos queda jugar hasta el último minuto. Estamos cansados pero lo intentaremos. No será nada fácil, y la “montaña psicológica” que debemos superar, os aseguro que es inhumana. Por mi parte, sólo siento que la puedo saltar, gracias al apoyo de mi compañera, Ivonne, y de nuestras niñas. Lo contrario sería imposible. Mañana saldremos y lo daremos todo, de nuevo, como siempre. Si será suficiente o no, el destino nos lo dirá.
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