Llevamos casi una semana en el Campo Base Avanzado (CBA) situado en 6400 m y con este período damos por bueno el proceso de pre-aclimatación. Ha sido una semana ciertamente dura. Subir a vivir aquí es un salto importante difícil de tolerar por el cuerpo. Las tareas han sido diversas. Hemos instalado el campamento, con un trabajo intenso de crear plataformas, montar tiendas, y organizar toda la tecnología y el material. Y por otra parte, después de celebrar la “Puja” el día 27,-la ceremonia budista para solicitar suerte y protección a los Dioses-, ayer dábamos por iniciada la escalada subiendo al Campo 1, situado en el mítico Collado Norte a 7000 m. Repito que ha sido una semana dura ya que hasta incluso hoy, uno siente que el cuerpo está en tensión permanente, en lucha contra la falta de oxígeno y contra un elemento también muy importante, el intenso frío. En este sentido la semana ha sido también muy sufrida. Desde que vengo al Himalaya que nunca había sufrido tantos días de viento intenso. Me parece que el Empordà queda pequeño al lado de la influencia permanente y contumaz del Jet-Stream, los fuertes vientos constantes cercanos a la estratosfera que vacilan en torno a estas latitudes.
En el CBA cada día ha hecho viento y frío y hemos tenido que reparar varias veces las tiendas, al mismo tiempo que durante las noches el chasquido constante de la lona de la tienda tan cercana a la cabeza nos ha despertado diversas veces. Y todo ello a pesar de que el CBA está bien protegido, metido al fondo de una olla formada por Chantse de 7500 m y el propio Everest. Pero las resonancias altivas y graves del fuerte viento en altura acaban finalmente repercutiendo en fuertes latigazos de viento aquí abajo. Ayer, la subida al Collado Norte, fue todo un suplicio. Incluso cometí el error inexperto de intentar ponerme la chaqueta de plumas a medio camino, una acción que acabó con la promesa de más calor volando por los aires. Una repentino golpe de viento se la llevó hacia el plateau del Tíbet; tan sólo espero que algún pastor tibetano haga un buen uso.
También el esfuerzo de mantener la información ha sido importante. Como ejemplo el vídeo sobre la “Puja”, que filmé y monté el mismo día, y que supuso un esfuerzo de imaginación y concentración contra el dispersión mental de la altura y contra el frío. Editar durante unas horas a 6.400 m y a -10 º no es una tarea fácil.
La previsión es que el fuerte viento siga unos días más. Y por tanto, hemos pensado que lo mejor será bajar a descansar unos días en el CB Chino. Volveremos al CBA hacia el 3 de mayo.
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