Hoy hace un año que Nepal sufrió un terremoto desastroso. Recuerdo aquellos instantes de inquietante sacudida que en un principio atribuí a la altura. Apenas hacía un día que había llegado al Campo base avanzado, que con sus 5700 m es un campo muy alto, y durante los primeros días a tanta altura es habitual sufrir una sensación de mareo durante unos instantes.
Pero aquella primera impresión duró más de la cuenta, casi un minuto, y enseguida con Nuria Picas y el Arjun, con quien compartía conversación dentro de la tienda, salimos fuera para ver qué pasaba. Al parecer, todo el mundo tomó la misma decisión, y de golpe, toda la gente del Campo base nos encontrábamos fuera, mirándonos, aturdidos y compartiendo en voz alta el mismo diagnóstico: un terremoto. Debo confesar que durante la hora siguiente seguí haciendo vida normal. Unos pocos años atrás, había sufrido uno muy parecido en el Cho Oyu y en aquella ocasión el terremoto no tuvo ninguna consecuencia. Pero pasado ese periodo de tiempo vivido entre la curiosidad y los comentarios reiterados, empezamos a recibir noticias cada vez más terribles: el terremoto, como todos sabéis, fue devastador.
De esto hace justamente un año y aquí estoy una vez más. En esta ocasión con dos días de retraso respecto al año pasado. Un fuerte faringitis me ha retenido más días de la cuenta en el CB bajo, a 4840 m. Pero tengo la impresión de que mañana ya podré subir hacia el avanzado. Aquí abajo, sólo nos hemos quedado el Arjun y yo. Mi buen amigo de Nueva Delhi, que como yo ha vuelto al Makalu, ha decidido quedarse a hacerme compañía. Mi grupo de trekking, ayer hizo un vuelo espectacular en helicóptero hasta Namche Bazar y el resto de expediciones han ido subiendo ya hacia el Campo base avanzado. Con todo, hemos perdido algo de tiempo, pero la verdad, este día sin gente, personalmente me ha venido muy bien. Pasear tranquilamente al pie del ocho mil más espectacular del planeta, me ha ayudado a reencontrarme como alpinista y escalador, y restablecer este diálogo tan necesario entre el hombre y la montaña.
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