Pronto hará un año que una serie de terremotos violentos afectaron seriamente el Nepal. La primera réplica y la más significativa nos cogió desprevenidos mientras estábamos en la tienda del Campo Base del Makalu. Tanto Nuria Picas cono yo llevábamos sólo un día de expedición, y aquel fenómeno que en primera instancia nos pareció curioso, con las horas descubrimos que terminaría siendo devastador para buena parte del país.

La expedición concluyó sin tener casi ni la ocasión de deshacer el equipaje y todavía tengo bien presentes los recuerdos de la vuelta a Katmandú.

Un año después, Katmandú parece que ha vuelto a coger el pulso habitual que tanto caracteriza a esta ciudad. Ritmo caótico y desenfrenado, de una densidad agobiante, y a pesar de sus 1330 metros de altura, sometida a un bochorno pesado y pegajoso, la capital contrasta con el aire de tranquilidad y buena armonía que reina en el resto del país, que sigue sólo el dictado del latido pausado y cíclico de la naturaleza.

20- Durbar Square

El país intenta reponerse. Al parecer, el balance final sitúa en unas 700.000 las viviendas afectadas, situadas sobre todo en la franja norte del país. Un programa del gobierno ofrece ayudas de 1000 dólares americanos para cada casa que se ha de reconstruir, con la supervisión de técnicos del gobierno, que velarán para que las nuevas construcciones sean más seguras. En Katmandú, han quedado afectados unos 4400 edificios, con toda la amplitud de rango que la palabra afectado significa, desde leves reparaciones hasta edificios derribados. Y tengo la impresión de que el trabajo hasta ahora ha consistido más en hacer pequeñas reparaciones o a enrocar los edificios que cayeron o que están al límite de hacerlo. Pero hay que precisar que en la capital hay miles y miles de edificios, y que si, paseando uno no presta demasiada atención, las afectaciones visibles son relativamente poco frecuentes. Pero sí que es cierto que la mayoría de monumentos históricos han quedado muy deteriorados, como es el caso del conjunto monumental de Durbar Square.

Finalmente hay que recordar la evidencia, una vez más, que los peores daños han sido los humanos. Hasta ahora hay un recuento de aproximadamente 9700 víctimas. Y en este sentido, la tristeza y la angustia aún dominan buena parte de la población, y más si tenemos en cuenta que durante este último año, se han detectado más de 400 réplicas, la última justo el sábado pasado, sin consecuencias.

Esta tarde se celebra traspaso al nuevo año, que será el 2063. Todo el mundo desea que sea mucho mejor que el nefasto 2062. Y yo, como no podía ser de otra forma, les deseo todo el bien que se merecen.

12- Durbar Square